La fundamental importancia de la alimentación para los futbolistas de Sesiones AFE
Tienen a su disposición todos los medios necesarios para completar una pretemporada de primer nivel, con personal cualificado para ponerse a punto y estar listos para jugar cuando reciban una llamada de algún club. El control alimenticio es uno de los pilares básicos en las Sesiones AFE que se desarrollan en las instalaciones del Pinatar Arena. Concentrados los futbolistas en el Hotel Lodomar, dicho control se coordina junto al chef del hotel, Luis Miguel Castro, que prepara el menú diario del buffet de las cuatro comidas que hacen los jugadores, desayuno, almuerzo, merienda y cena.
Se trata de un menú variado para los 15 días que dura cada una de las dos sesiones que este verano ha organizado AFE. “Normalmente, nos suelen pasar un programa, ya que aquí vienen muchos equipos y tenemos una comida base para todos ellos; consiste en pasta, arroz cocido, carne y pescado a la plancha, todo fresco, y una amplia variedad de ensaladas para que los futbolistas puedan escoger lo que gusten”, explica Luis Miguel Castro.
Las cantidades son importantes, pero lo es más aún la calidad y la escasez de grasas. “Siempre sano, aquí se cocina con muy poca grasa para habituar a los futbolistas y también a los huéspedes que vienen a visitarnos”, subraya. Y es que uno de los privilegios culinarios de estas Sesiones es la posibilidad de comer productos sanos de la huerta murciana, así como pescados frescos de la lonja. “Todos los días traemos productos frescos, tanto el pescado como la carne vienen de la zona de San Javier. Y la fruta también procede de la zona y llega a diario”, añade.
En esta zona, recuerda, “no puede faltar el arroz. Todos los días preparamos un arroz o paella variada, unos días con verdura, con carne, con pollo, con pescado, también caldoso con bogavante y un poco de sepia”, comenta el cocinero.
Le preguntamos, para acabar, por las exigencias de los jugadores en estos días con respecto al menú, pero el chef destaca que son poco exigentes. “Se adaptan muy bien, no suelen ser muy exigentes. Tenemos el buffet preparado para ellos y no suelen dar mucho la lata…”, dice para acabar.