Rodrigo Íñigo, una vida en México y un sueño alcanzado en España: “Lo que hace AFE es un modelo a seguir”
Rodrigo Íñigo (Ciudad de México, 1985) lleva poco más de medio año en España. Llegó pasada la treintena y está disfrutando nuevas vivencias en estos meses. Con una amplia trayectoria en su país, también con experiencia en Estados Unidos, vive con intensidad su aventura como integrante de la Selección AFE España, equipo que disputará el FIFPro Tournament 2019.
“Estoy muy contento de vivir una experiencia nueva para mí como es estar en este combinado. Me habían hablado de esta iniciativa de AFE y la disfruto con mucha intensidad junto a compañeros que han vivido muchas historias en diferentes lugares y categorías… Es una experiencia muy enriquecedora”, comenta el mexicano.
El zaguero halaga el trabajo que hace nuestra asociación, reconociendo que “no tenía una noción exacta de lo que son las Sesiones AFE, pero estaba deseando ser uno de los futbolistas elegidos. La gira que hemos hecho por Europa te hace crecer, ver cosas distintas y conocer gente”.
Los detalles
“Desde el primer día me di cuenta de que esta iniciativa es de primer nivel, cualquier equipo de Europa o del mundo querría hacer una pretemporada de esta categoría. Hablo de calidad en todos los sentidos, porque los pequeños detalles los cuida mucho AFE, lo que es reflejo del fútbol español. Conforme han pasado los días me he dado cuenta de que es un modelo a seguir para muchos países”, recalca.
El central aterrizó en el San Roque de Lepe, con el que compitió en el segundo tramo de la pasada temporada. “Fue el equipo que me abrió la puerta para empezar en el fútbol español. La Tercera División es competitiva y en el Grupo 10 me llevé una grata sorpresa. Algo que me hubiera gustado vivir años atrás es lo que estoy viviendo ahora. Vas a jugar a las ciudades deportivas de Sevilla, Betis, Cádiz… Clubes con futbolistas jóvenes de un nivel importante, y seguramente muchos jugarán algún día en Primera División. Eso me gustó mucho”, explica Rodrigo Íñigo.
Por otra parte, destaca que “España es un país donde se vive muy bien, me he dado cuenta de que el fútbol es pasión. En todas partes la gente te habla de fútbol y me gusta mucho como se vive aquí”, explica.
Gran recuerdo de Estados Unidos
El futbolista cuenta con un extenso currículum y uno de sus destinos más especiales fue Estados Unidos. “Todo el año pasado jugué en Las Vegas, en la United Soccer League. Es una liga que hoy cuenta con casi 40 equipos y que está experimentando un gran crecimiento y su organización es impresionante. Todo está muy bien hecho y muchos filiales de clubes de la MLS juegan en esta liga. No tienen prisa a la hora de crecer, pero lo van a conseguir. Apuntan a eso por sus infraestructuras, tienen un poder económico importante… Juegas en estadios con 15.000 personas, con un nivel que cualquier liga quisiera tener”, recuerda.
Rodrigo Íñigo considera que “Estados Unidos es un lugar que tiene proyección y no sólo para jóvenes que estén en el continente americano”, apunta el central, que habla del crecimiento del fútbol en el país diciendo que “ya no es sólo la idea de retirarme en Estados Unidos. Es una liga competitiva y potente. Esa idea de que el futbolista americano es un atleta, sólo corre y es fuerte hay que descartarla porque es una liga que está absorbiendo de todas partes. Además, hay también mucho entrenador europeo joven. Resumiendo, es una liga que va a seguir creciendo”.
Una amarga despedida
El fútbol que mejor conoce es el de México, donde pasó más de una década. “El nivel es muy alto. La Primera División es muy, muy competitiva. Es una liga en la que cualquier equipo puede aspirar a estar entre los cinco primeros. Hay equipos con más presupuesto, pero el nivel es parejo. En México, desafortunadamente, pueden jugar hasta nueve extranjeros, lo que repercute en los jóvenes mexicanos, se reduce su protagonismo. Para mí, que estoy en mi etapa final, el embudo se reduce más. El nivel puede aumentar porque llegan futbolistas de otros lugares, pero para el mexicano es un punto en contra”, reflexiona Rodrigo.
Para acabar, recuerda su amargo adiós al fútbol de su país: “En mi último partido en México sufrí una grave lesión, no sabía que iba a ser mi despedida. Tengo claro que va a ser difícil que vuelva por los planes que tengo y por lo que me gusta el fútbol español. Tuve una lesión de ligamento cruzado que me tuvo fuera de los terrenos de juego ocho meses y cuando quise volver el entrenador no me dio la oportunidad de hacerlo. Me costó coger el ritmo. Tuve la oportunidad de ir a Estados Unidos y esa fue la razón por la que lo hice. Pero llevaba muchos años queriendo ir a España porque esa es la meta que tenía”.