Enrique Rivas Ramírez: cómo ser un profesional del fútbol en Noruega en un club de Tercera
Sevillista hasta la médula, durante años soñó con triunfar con la camiseta blanca. Estuvo cerca de conseguirlo, pero cuando llegó el momento de dar los últimos pasos, tuvo que emprender un nuevo rumbo. Enrique Rivas Ramírez (Lebrija, Sevilla, 30-01-1993) siguió su carrera en modestos clubes de Tercera, hasta que sus ganas de vivir aventuras en el extranjero le llevaron a Islandia. Fueron solo unos meses en el KFF de Fjardabyggd, pero la experiencia le agradó y en cuanto apareció en el horizonte otra gélida y nueva aventura, esta vez en Noruega, dio el paso sin vacilar y fichó por el Valdres FK en 2018, de la Tercera División, donde un futbolista puede considerarse como un profesional con todas las letras.
Rivas, como es conocido futbolísticamente, vivió la cara amarga del fútbol, ya que participó en dos Sesiones AFE para futbolistas sin equipo. Tras 12 temporadas en las categorías inferiores del Sevilla, sus maletas viajaron sin descanso. Ceuta, Huércal Overa, Xerez Deportivo, Ibiza… Muchas paradas, pero sin encontrar un lugar en el que asentarse. Tras una buena experiencia en Islandia, apareció el Valdres FK noruego y no lo dudó. José María Cruz, un compañero español integrado en la plantilla, le comunicó que el entrenador buscaba refuerzos. El técnico vio varios vídeos de Rivas y el club le hizo una propuesta que no pudo rechazar.
“No tuve dudas a pesar de ser un club de Tercera porque las condiciones eran buenas. Es un club que siempre cumple y no hay que olvidar que Noruega es uno de los países más desarrollados del mundo”, relata Rivas en conversación con O11CE Metros. “Todo lo que prometen, lo cumplen; la palabra vale más que un contrato”, precisa. “Allí te puedes ganar la vida como un profesional en toda la extensión de la palabra, no hace falta hacer otras cosas para vivir”, destaca.
Rivas recalca que “es imposible que un club de Tercera de España te pague lo que se gana en Noruega en un club de la misma categoría. Es más, un futbolista gana más que algunos que juegan en la Segunda B de España. La verdad es que es una experiencia muy agradable, la gente es muy servicial, amable y educada, siempre dispuesta a ayudarte”.
El modesto club logró el objetivo de mantenerse en la categoría, y el español fue uno de los grandes responsables de ello. Enrique recuerda que “desde que salí del Sevilla, siempre me llamó la atención jugar en el extranjero; no solo por el fútbol, también por cuestiones personales. Tenía inquietud por aprender algún idioma porque me podía servir en el futuro. Quería, en una palabra, salir de la zona de confort”.
Considera muy gratificante la experiencia vivida el pasado año en Leira Oppland (unos 1.000 habitantes), un pueblo cercano a Fagernes, la localidad más grande del valle de Valdres y donde tiene la sede el club. “Parece raro que un equipo de Tercera ofrezca esas condiciones laborales, pero es que de lo contrario no iría nadie”, expone el futbolista español, que explica que “el club es manejado por muchas personas, varios empresarios de la comarca a los que les gusta el fútbol e invierten su dinero”. “En todo momento los futbolistas están perfectamente atendidos, el club da al futbolista todo lo que necesita”, remata.
Rivas reconoce que “Noruega es un país muy caro en general, empezando por la comida. Por fortuna, el club corre con diferentes gastos, como la casa. Hay disponibles buenos pisos, de cinco habitaciones en mi caso, y lo normal es que los extranjeros vivan juntos”. Pero deja claro que, en líneas generales, “hay muchas diferencias en relación con España”.
La comida más típica es el salmón, “pero como es muy caro, como la comida en general, es normal que un futbolista español tenga productos de la tierra en casa. Lentejas, puchero… En fin, tocó cocinar platos típicos españoles”, explica Rivas. Lejos de la familia, afirma que la soledad no golpea en exceso “porque hay buenos compañeros que ayudan a estar a gusto en Noruega”. “Es un lugar para ser feliz como futbolista. Rindes a buen nivel al sentirte tan valorado y cuidado por el club”, explica agradecido.
La vida en aquellas tierras es tranquila, nada que ver con la de una gran urbe. El tiempo libre se puede matar, por ejemplo, haciendo senderismo en los espectaculares parajes de la zona. “La verdad es que el entorno es muy bonito, con mucha naturaleza, y muchos días lo normal es ir a pasear por las montañas que hay alrededor”, explica el jugador andaluz.
1×1 del fútbol en Noruega
Nivel futbolístico “El nivel que hay, en relación con España es el de futbolistas de Tercera División de equipos de mitad de tabla hacia abajo. Por encima de todo, destaca que son muy fuertes físicamente”.
Las normas “La mayoría de los futbolistas son noruegos, pero también hay un buen número de extranjeros. Eso sí, los jugadores de países pertenecientes a la Unión Europea lo tienen más fácil; los de otros países deben cumplimentar unos requisitos antes de ser inscritos”.
Las estrellas “Aquellos jugadores que los aficionados consideran como estrellas suelen ser los extranjeros. Hay que tener en cuenta que los futbolistas noruegos tienen sus trabajos y la mayoría no recibe salarios con el fútbol, son amateurs”.
El vestuario “La gente es más seria y respetuosa, nada que ver con el ambiente que se vive en los vestuarios de España, en los que siempre hay risas, bromas… Pero los compañeros son agradables y te hacen muy fácil la vida diaria”.
Los árbitros “El nivel de los árbitros es bastante bueno. Dejan jugar porque les gusta mucho el fútbol inglés en todos los aspectos. Apenas sacan tarjetas y pitan pocas faltas. Es diferente al fútbol español”.
Condiciones laborales “Lo habitual es que los entrenamientos comiencen a las cuatro de la tarde. El club paga al día y cumple con todo lo que ha prometido. No pagan en euros, lo hacen en coronas noruegas. El pago es mensual e ingresan el dinero el 30 o el 1. El club tiene un campo cubierto para entrenar en invierno”.
Los compañeros “Son muy respetuosos, muy amables en todo momento. El inglés es la herramienta fundamental para poder comunicarse. El futbolista noruego es muy fuerte físicamente, pero táctica y técnicamente no tanto”.
Medios de comunicación “Normalmente hablan los futbolistas noruegos. Hay un medio de comunicación de la ciudad que retransmite a través de su web todos los partidos”.
Los entrenadores “La mayoría son noruegos. Los sistemas de entrenamiento son diferentes en comparación con el fútbol español, pues tienen muy en cuenta el físico más que el balón”.
La organización “La organización es buena a pesar de ser Tercera División. El calendario está bien planificado, se conocen los horarios de los partidos con un mes de antelación. La competición comienza en marzo y finaliza en octubre”.
Desplazamientos “Habitualmente son en autobús porque los viajes son de tres horas como máximo. Eso sí, hay un desplazamiento al norte del país que hay que hacerlo en avión porque está lejos y es obligatorio viajar días antes”.
Los estadios y la afición “Suelen ir 200 personas a los partidos, a no ser que el rival sea fuerte. El estadio del Valdres FK tiene una capacidad de unos 2.000 espectadores. Por ejemplo, en la cuarta eliminatoria de Copa se enfrentó a un Primera y asistieron unas 1.500 personas. El césped es artificial de última generación”.
Los horarios “Se suelen disputar los partidos a las 14.00 horas. En el valle de Valdres hay más o menos las mismas horas de sol que en España, pero por el frío se juega siempre antes”.
Servicios médicos “El club dispone de una clínica en el pueblo y si el futbolista necesita un fisioterapeuta u otro especialista, atienden al futbolista sin problemas. Todos están cubiertos en ese sentido y todo el gasto corre a cargo del club”.