Álex Quintanilla: futbolista, ingeniero y “un respirador para salvar vidas”
En 1996 patentó un sistema de ventilación mecánica. Un respirador para dar brillo a su tesis doctoral. Gracias a aquel diseño, el doctor Lucas Picazo ganó varios premios nacionales e internacionales. Un sistema que entonces no se llegó a comercializar. Ahora, aquel proyecto vuelve a escena gracias al que fuera su yerno, un futbolista de dilatada trayectoria, lo ha rescatado en su faceta de ingeniero industrial. Tras varias semanas trabajando para adecuar aquel respirador a los tiempos que hoy vivimos, haciendo las pruebas pertinentes, el proceso ha terminado con éxito. Funciona a las mil maravillas. “Se pueden salvar muchas vidas con este respirador”, explica Álex Quintanilla, futbolista de la UD Ibiza.
“Hablé muchas veces, a todas horas, con Lucas sobre este tema, sobre el respirador que diseñó hace años”, relata Álex Quintanilla (Bilbao, 2 de julio de 1990). Hablando y debatiendo sobre la aplicación que podría tener hoy en día aquel aparato para ayudar a miles de personas afectadas gravemente por el Covid-19. En un momento dado, el doctor animó al futbolista a liderar el proyecto en el que se embarcó como ingeniero que es, actualizar aquel modelo a la realidad actual a nivel técnico.
“Me pareció un proyecto muy interesante, poco a poco comenzó a coger volumen, la bola se hizo más grande… y hasta hoy”, resume el jugador vasco. “Algunas empresas se pusieron en contacto con Lucas en los últimos tiempos para hablar de este asunto, a mí me pareció muy interesante y en los últimos tiempos me he volcado con este proyecto, casi a todas horas”, destaca Álex.
Pruebas exitosas
Con una extensa hoja de servicios como futbolista (Athletic Club, Danok Bat, Portugalete, Alavés, Valencia Mestalla, Barakaldo, Almería, Mirandés Córdoba e Ibiza), se ha encargado de coordinar todo el proyecto: compras, asesoramiento, intercambio de información… “Me ha llevado bastantes horas al día”, reconoce.
Terminadas con éxito todas las pruebas realizadas, hay varios hospitales de diferentes puntos de España pendientes de recibir estos respiradores, tras, lógicamente, cerrar todas las cuestiones burocráticas necesarias.
Subraya que “estamos en contacto con el Gobierno Vasco, que ha colaborado mucho para desarrollar este respirador. También hemos tenido algún contacto con la Xunta de Galicia”. “El destino nos ha puesto en este escenario en un momento crítico. Yo lo tenía todo bastante controlado a nivel conceptual, en cuanto a fluidos y funcionamiento del sistema, cómo funciona el respirador; la verdad es que es bastante sencillo, pero es diferente al resto de los respiradores, tiene algunas propiedades únicas que encajan muy bien con las necesidades de los pacientes graves por Covid-19”, añade.
Sencillo
El futbolista de la UD Ibiza explica que “se trata de un respirador muy sencillo en relación a otros. Fue muy novedoso en su momento, pero en aquella época no había empresas potentes para comercializar el aparato”. Ahora, ha tocado modernizarlo, “no el prototipo, sino el sistema, su funcionamiento, el sistema de los fluidos…”. “Lo que hemos hecho es adaptar el sistema original a los tiempos de ahora. Igual que ahora hay coches automáticos con GPS, Spotify, etc., este respirador sería un coche de 16 válvulas de hace años”, dice para clarificar en qué consiste el proyecto.
“Hemos luchado mucho durante las últimas semanas para sacar este proyecto adelante”, que ya es una realidad tras realizar las pruebas necesarias para confirmar que su funcionamiento es el correcto y está listo para salvar vidas. Recuerda que en su momento “se hicieron algunos prototipos que se emplearon en UCIs de Andalucía, que funcionaron muy bien para pacientes con dolencias y síntomas similares a los que provoca el Covid-19 ahora y que ya están en un estado grave”.
Comodidad
Álex Quintanilla ha liderado y coordinado el proyecto en el que han participado unos cuantos médicos e ingenieros, también empresas necesarias para conformar el respirador por completo, como Power Electronics (propiedad de Amadeo Salvo, presidente de la UD Ibiza), IFISA (Ingeniería de Fluidos Industriales y Soluciones Aplicables) o IDELT (empresa de servicios de diseño y construcción de prototipos y prototipado y construcción de moldes), sin olvidar al Hospital del Mar de Barcelona, donde se han realizado las pruebas, a cargo de los médicos Lucía Picazo (hija de Lucas) y Francisco Parilla, con unos equipos que simulan el funcionamiento de los pulmones.
Cuando se valide el proyecto para reproducir el respirador en serie, en un breve espacio de tiempo se haría llegar a los hospitales interesados una especie de kit, que con algunos elementos comunes que hay en dichos centros sanitarios podrían completar el montaje del respirador. “Hemos buscado un punto medio para que el médico de hoy en día se encuentre más cómodo y seguro a la hora de utilizarlo, hemos ayudado con el sistema de seguridad y de control, que esté adaptado a los tiempos de ahora y ofrezca ventajas en relación al original”, apunta Quintanilla.
La producción
Este respirador, y en este punto hace especial énfasis Álex Quintanilla, está diseñado para “las personas que están más graves y están entubadas. No es para el tipo de paciente que más volumen está generando el Covid-19, que son las personas que necesitan ventilación asistida, pero no invasiva; hablo en este último punto de mascarillas o muchos ventiladores que se han fabricado en 3D. Hay muchas personas en estado grave en estos momentos en muchas comunidades y este respirador les puede ir muy bien”.
Se trata de “una ventilación mecánica invasiva, para personas que están sedadas y dormidas, que no hay tantas, pues el número de pacientes en este estado es menor en relación a los no entubados, pero que ofrece la ventaja de una presión media respiratoria más alta”. “En una semana podríamos hacer 150 respiradores completos”, dice para acabar. Un proyecto para salvar decenas de vidas, un futbolista e ingeniero comprometido con la sociedad.