En el pie del futbolista las lesiones se presumen en función de datos muy específicos. Las cualidades de las superficies del juego con hierba se modifican según las condiciones atmosféricas y añaden dificultades de adaptación al suelo, sea cual fuere el tipo de bota.

Las botas modernas, siempre con tacos o similares, buscan la mejor adherencia y se fabrican ligeras, estéticas, funcionales, protectoras y que permiten libertad de movimientos al tobillo o articulación tibiotarsiana.

Quitar o privar del balón al adversario es la esencia del fútbol; esta maniobra se realiza principalmente con los pies y por ello son vulnerables a los traumatismos involuntarios y también a los malintencionados con la suela armada de tacos.

La bota moderna protege el tobillo y la articulación subastragalina y, además, disfrutan de propiedades que les permiten golpear, conducir y dominar el balón sin que se dañen las partes blandas del pie.

Tras muchos años de practicar fútbol el pie sufre lesiones de las partes blandas y de los huesos, y nos vamos a referir a la fractura del quinto metatarsiano del pie. La fractura del quinto metatarsiano es producida por inversión forzada de la parte anterior del pie o por traumatismo directo. Los deportes de más lesiones en el pie son el fútbol, baloncesto, rugby y después los deportes de carrera.

El futbolista relata antecedente de traumatismo y dolor en la parte externa del pie, que se acentúa con la carga y no soporta la presión de la bota. El diagnóstico se realiza, aparte de por la clínica, con radiografía. En casos de duda, se recurre a RM o TAC.

La fractura de la cola o tercio proximal del quinto metatarsiano es la más frecuente de las lesiones óseas del pie y los problemas que plantea se deben sobre todo al déficit del riego sanguíneo que condiciona el retardo o la no consolidación ósea.

Las tres localizaciones de la fractura son las siguiente: las de tipo I, que es la más frecuente, que goza de buena circulación y cura bien con inmovilización (yeso-bota); y las de tipo II y III, que sufren de falta de riego y precisan cirugía-osteosíntesis (tornillo de rosca corta o placa) más injerto óseo extraído del propio paciente, ya que si no se hace así existe el peligro de que la fractura no cure o consolide.

Artículo publicado en el cuarto número de nuestra revista O11CE METROS.