Jesús Rubio, un centrocampista de vocación ofensiva, listo para rendir de inmediato
Jesús Rubio Martín (Plasencia, Cáceres, 4 de febrero de 1987) se marchó pronto del equipo de su ciudad natal para integrarse en la cantera del Villarreal C.F. “Tenía 15 años”, recuerda Jesús. “Al principio me costó, porque era todo nuevo para mí, pero te vas adaptando, conociendo a compañeros, gente que está en la misma situación que tú. Sí que es cierto que echas de menos a tu familia, pero estás ahí para cumplir un sueño y te sacrificas para seguir y estar lo mejor posible”.
El sueño empezó a cumplirse cuando “llegué a hacer una pretemporada con el primer equipo, jugando varios amistosos”, cuenta Jesús. Luego pasó al Villarreal B y de ahí a Talavera, Écija, Almería y Lepe, para luego fichar por el Recreativo de Huelva, equipo con el que alcanzó la Segunda División y donde juega “temporada y media. La verdad es que es un salto importante. Para mí, incluso fue más sencillo jugar porque los campos son mejores, te llega mejor el balón, los rivales quizá no aprietan tanto… Todas las circunstancias son mejores para poder jugar al fútbol”.
Cinco ‘play-offs’
Regresa a la entonces a Segunda B y pasa por equipos como el Nástic de Tarragona, Huracán Valencia, UCAM Murcia, C.F. Villanovense, Extremadura U.D., C.D. El Ejido 2012, C.D. Ebro y Atzeneta U.E. Explica que sus “primeros cinco años después de jugar en Segunda son deportivamente muy buenos, porque en todos llego a disputar los ‘play-offs’ de ascenso con esos cinco equipos”. Sin duda, una experiencia que no está al alcance de todo el mundo y que permitió a Jesús Rubio vivir “dos ascensos, aunque luego, por una causa o por otra y teniendo contrato, no sigues a la categoría a la que has ascendido. Son cosas del fútbol que pasan muchas veces, que los que ascienden a los equipos luego no siguen”.
Centrocampista con una clara vocación atacante, su posición habitual “y la que más me ha gustado siempre”, comenta Jesús, “es la de mediapunta, por detrás del delantero. Ha habido veces que he jugado en banda izquierda o banda derecha, muchas otras veces he jugado de ‘ocho’ o de pivote. Siempre me he adaptado a lo que me ha pedido el entrenador, en todas las posiciones he intentado aportar mi granito de arena”.
No llegar de cero
El centrocampista cacereño decide inscribirse en Sesiones AFE porque es consciente de que su última temporada “no ha sido buena y sé que esto que organiza AFE, sobre todo para entrenarte y ponerte en forma, me va a servir de mucho para no llegar de cero si recibo la llamada de algún club, más en unas fechas en las que los equipos ya han empezado a trabajar y llevan varios días entrenando. Mi idea era estar activo, entrenar, prepararme para cuando llegue una llamada y no desentonar con los compañeros que vaya a tener”.
Jesús Rubio está cumpliendo ese objetivo con el que se integró en Sesiones AFE. “Me está gustando mucho”, dice. “Es una experiencia inolvidable, conoces a un gran grupo de personas y la organización de estas Sesiones, con los entrenamientos, los partidos, las infraestructuras con las que se cuentan… Todo es de primera calidad. Ahora que estamos un poco bajo mínimos, en el sentido de estar sin equipo, se hace más llevadero con todo los que nos aportan estas Sesiones AFE”.